miércoles, 31 de octubre de 2007

Semana de Terror en San Sebastián


Comienza la Semana de Terror en San Sebastián, y aunque no podemos ir, este año tenemos a David G. Panadero como agregado cultural galateo, así que espero que nos haga un reportaje completo. ¡Y que se divierta!

lunes, 29 de octubre de 2007

Los Totenwackers

Este próximo miércoles, día 31, se estrenará la peli titulada Los totenwackers.
Basada en una historia original de David Muñoz -que, por cierto, no va aparecer acreditado como guionista-, desarrolla una historia de aventuras infantiles que mezcla el género fantástico con la comedia y el cuento. Está dirigida por Ibón Cormenzana, y aunque la distribuidora basa su estrategia de venta en una especie de "Harry Potter a la española", el director habla de una referencia basada en Los Goonies. Está producida por Arcadia Motion Pictures, Filmanova Invest y Future Films y distribuida por Buena Vista.


Y todo ello -aparte del valor que pueda tener la propuesta por nueva en nuestra cinematografía, o del valor intrínseco de la película, que no he visto-, viene a colación en el Blog Galateo debido precisamente a que Ibón Cormenzana -y su Arcadia MP-, y Antón Reixa -y su Filmanova Invest-, son los coproductores de la que será la próxima aventura cinematográfica de Cámara&Alonso.
Se Alquila, un guión de kaplan, dirigido por Dv y que plantea un thriller que podríamos calificar como "social" o "real", que mezcla ciertos elementos de la "trilogía de los apartamentos de Polanski" -El quimérico inquilino, La semilla del diablo, Repulsión-, con algunos elementos primigenios del género negro, adaptados a la situación contemporanea.
Se Alquila es un proyecto que se concretó con estas dos productoras a principios del otoño del pasado año y que, ahora mismo, después del proceso de varias reescrituras, se está diseñando en sus aspectos fundamentales.

Normalización de la anormalidad

Más que el acto del cenutrio anormal este que agredió a la chiquilla en el metro de Barcelona (porque, visto lo visto tras sus gloriosas apariciones televisivas queda claro que es un cenutrio anormal cuyos amigos son una panda de cenutrios tan anormales como él) me preocupa mucho más el hecho de que todos los tertulianos y editorialistas a los que he podido leer han calificado esta barbarie de "hecho poco común"; "situación no significativa"; "cuestión minoritaria"... Me preocupa porque es bien sabido que los tontos carecen de opinión propia, y que cuando un tonto se atreve a ir tan lejos es porque antes ha sido envenenado por otros más listos y durante mucho tiempo.

Mal vamos cuando no empezamos por asumir la mayor del silogismo; que en este país el racismo y la xenofobia son realidades crecientes, palpables y obvias, y que el rollo de "España como país hospitalario y cosmopolita" no es más que eso: un puto rollo mediático que no se corresponde en ningún caso con la realidad. Cada día es más fácil encontrarse con el tipo que comienza sus sentencias y aforismos con aquello de "que conste que yo no soy racista, pero...". Y cada día observo -observamos- con mayor estupor que todos los que escuchan el discurso asumen lo que va tras el "pero" sin pestañear. Incluídos los cenutrios. De hecho, a estos les encanta esa clase de discurso en la misma medida que les refuerza en sus idearios podridos.

Hermanos: Como no nos tomemos en serio estas evidencias de que algo no marcha bien en la cosmovisión de muchos, creo que muy pronto los imitadores del cenutrio proliferarán como setas... Porque el caldo de cultivo ya está ahí. Crece. Suma.

No podemos ser tolerantes con quienes no toleran, ni podemos mirar hacia otro lado cuando no nos gustan los "peros". Eso es lo que estamos haciendo y, queridos míos, ahí comienza la normalización de estas anormalidades. En "Historia de un alemán", un excelente libro autobiográfico de Sebastian Haffner, este buen hombre narra en primera persona cómo se vivió en su país el ascenso del nazismo. Cómo empezaron con sus tácticas intimidatorias y mafiosas. Cómo la gente callaba ante sus brutalidades extemporáneas y trataba de convencerse de que "eran una minoría"... Cómo, a la vuelta de un par de años, sin que nadie se diera apenas cuenta, se hicieron con el control de la situación y sus barbaries, amenazas, brutalidades y salvajadas dejaron de ser algo "extraño" para convertirse en la norma. En el pan de cada día. Pero claro, cuando ésto sucedió ya no se podía hacer absolutamente nada para evitarlo.
Precisamente por esto, determinados personajes que pululan por las sombras de la sociedad -Panadero y yo conocemos a alguno de ellos, ¿eh?- deben ser contemplados con el debido respeto y tratados con la debida contundencia... Al final, por muy simpáticas que nos resulten sus animaladas, no dejan de ser animales. Y quien cría cuervos, se queda sin ojos más tarde o más temprano. Comprendamos el suceso, pero no lo justifiquemos. Entendamos qué sucede, pero no nos engañemos: Cuando los burros se hacen dueños de la calle, de la prensa, de los despachos y se atreven a hacer -o decir- burradas a su antojo es porque cada casa está repleta de borriquería. Hoy este chulo gilipollas le revienta la cara a una chiquilla en el metro de Barcelona (y no pasa nada). Mañana vienen los Le Pen, los Haider, los Pinochet, los Videla, los Milosevic... Pasado mañana se abren los campos de exterminio.
Primero ladran unos cuantos, luego se lanzan a morder, y al final no hay más que perros.
Tolerancia cero, Hermanos.

domingo, 28 de octubre de 2007

Fin de la semana


Termina la semana y termino libro, La interpretación del asesinato, de Jed Rubenfeld; un divertimento criminal situado en la transición de los siglos XIX al XX, con Freud y Jung como secundarios de lujo en plena eclosión de una Nueva York que empezaba a vislumbrarse como la capital de un mundo al que no pertenecemos. El puritanismo americano, las luchas de poder en el interior de las familias científicas y una indagación que es vehículo y parodia del psicoanálisis en una novela ligera a pesar de sus más de quinientas páginas. Lo mejor es la forma en la que el autor se sirve del momento histórico, no como excusa sino como herramienta para hacer avanzar la trama.
Prueba narrativa superada, si de hacer un divertimento se trató.



Jero, nuestro Jero, abre Blog propio con artículo incluido; a lo mejor es eso a lo que el hermano Paco llamaba hace unos días hacer escuela. Enhorabuena y suerte. Esperamos que
siga encontrando tiempo para echar una mano en ésta, su conspiratoria, proscrita y marginal casa. Ahí tenéis el enlace: http://jeronimotristante.blogspot.com/



Aunque desde ya me arrepiento, cedo a la tentación de escribir unas líneas sobre el psicópata que agredió a una chica ecuatoriana por serlo en un metro de Barcelona; no hay presunción que valga, como en una peli de David Alonso, una cámara velaba por su seguridad.
De poco le ha servido.
El fiscal no se presentó durante la primera detención y tuvieron que dejarlo en libertad.
Después, el juez ya había finalizado su horario y no pudo dictar un auto contra él.
El juzgado de guardia no se pronuncia.
Al final lo han dejado en libertad con algunas medidas irrisorias, a pesar de la indignación social y el circo mediático.
Nosotros, deberíamos estar en condiciones de analizar todo esto con un poco de frialdad, a peores bestias hemos intentado entender, ¿verdad, Paco? Pero es demasiado pronto; ya he dicho que no debí escribir esta entrada.




sábado, 27 de octubre de 2007

Carlos Aguilar premiado en Italia




El historiador cinematográfico y novelista Carlos Aguilar ha recibido un premio en reconocimiento a su carrera en la última edición del "Joe D'Amato Horror Film Festival", en la ciudad italiana de Pietrasanta, que ha tenido lugar en la primavera pasada.
Se trata de un festival que reivindica el cine comercial italiano de los años 60/70, sin distinción de géneros (terror, western, giallo, erótico, comedia, etc). Este año los directores invitados fueron Guido Zurli, Ruggero Deodato, Michele Massimo Tarantini, Alberto De Martino y Luigi Cozzi.
La placa del premio dice, "Para Carlos Aguilar, que no es ni alto ni bajo, delgado y moreno, y con gafas negras, pero que sobre todo es un gran hombre de cine."

miércoles, 24 de octubre de 2007

HISPACON


En la próxima HISPACON, convención de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror que se celebrará en Sevilla los días 2, 3 y 4 de noviembre, Juan Ramón Biedma efectuará una presentación de El imán y la brújula, que tendrá lugar el día 2 a las 20:00 h. El acto estará introducido por Juan Manuel Santiago -director de Artifex.


Podéis ver el programa completo en el siguiente enlace:

domingo, 21 de octubre de 2007

El orfanario


Entre mis muchas manías, se encuentra la de consumir la menor cantidad posible de productos masivamente recomendados -creo que hay que ser muy cautos en este sentido, si no, cuando te das cuenta, estás haciendo y pensando lo que todo el mundo al mismo tiempo que todo el mundo-; así, por ejemplo, aún no he visto el Tiburón de Spielberg, a la espera de que finalice la campaña publicitaria.


He de reconocer, eso sí, que con los años me voy volviendo más transigente; eso hizo que, aunque no haya tenido tiempo de reseñarla hasta ahora, la semana pasada me encontrara viendo la película de Bayona al mismo tiempo que Panadero.


Coincido como el hermano Ge Punto. Prima la corrección en esta película, y aunque señalarlo casi debería ser una forma de denostarla, resulta que tras varias experiencia en cine y televisión nacional de última hornada donde los resultados no alcanzan los mínimos exigibles a un estudiante acéfalo de una escuela de cine de finales del XIX, creo que ya con eso podríamos darnos con un canto de plata de en los dientes.


Hay más en la película. Sustos efectivos, Rueda mantiene su polvo y el tono durante toda la cinta, un número de trampas aceptablemente llevadero, y lo mejor, una revuelta argumental que la distinguen de tanto guión estándar. A mi gusto, le sobran las cucharadas finales de almíbar y la referencia al Peter Pan de los cojones -personaje que me los tocaba a los 10 y a los 40 años-, pero estoy volviendo al terreno de mis neuras, y no debería.


No salí con mal sabor de boca del cine, así que no me explico -¿qué nos pasa Panadero?- por qué me olvidé de ella tan poco tiempo después de haber salido.


sábado, 20 de octubre de 2007

Duendes en el laberinto. Un estudio acerca de los asesinos sistemáticos.


Imbéciles morales, el anterior libro del filósofo y psicólogo Francisco Pérez, ya supuso un soplo de aire fresco y una grata sorpresa para los aficionados y estudiosos de la criminología. Si bien en el citado libro, Pérez se centraba en ofrecer una perspectiva historicista, reflejando la manera en que la medicina, la psiquiatría, el derecho y la sociedad se han acercado a la figura del criminal en diversas épocas, con Duendes en el laberinto ofrece el complemento perfecto a la anterior obra.
El presente libro aporta un enfoque científico, combinando de nuevo diversas disciplinas que nos ayudan a comprender tanto la mente criminal como el comportamiento. Una primera parte del libro nos ilustra acerca de los orígenes de la psicopatía, factores que intervienen para –emplearemos palabras del autor- “la forja de un psicópata”. El autor rastrea incluso en orígenes del mito, folklore, todo el sustrato cultural de este fenómeno…
No menos interesante resulta la segunda parte del libro, en la que, apoyándose en el aparato teórico que ha erigido, el autor estudia algunos de los casos más celebres, como los de Ed Gein, Ted Bundy, Jeffrey Dahmer o José Antonio Rodríguez Vega. Destaca la excelente capacidad de síntesis de Francisco Pérez, que nos ayuda a comprender un poco mejor algo inexplicable: el misterio del psicópata.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Barbaridades completas

Queridos, os invito a leer la versión completa de "barbaridades". Acepto sugerencias para seguir ahondando en esta enciclopedia.

Sígueme...
http://www.franciscoperezfernandez.com/cine3.htm#Barbaros

martes, 16 de octubre de 2007

Biedma es un marciano


Ya que José Andrés Espelt ha colaborado alguna vez en nuestro blog, es lógico que recogamos parte de una reseña aparecida en su Cruce de cables sobre la novela El imán y la brújula de Juan Ramón Biedma:


... Biedma, es un marciano. Biedma, reinventa la narrativa española. Biedma, es un valor en alza. Biedma, es una apuesta segura. Biedma, es un genio de nuestro tiempo que recupera a clásicos como Jardiel, para relajarlos en su lectura.Una novela marcada por la locura de un maestro de la escritura.Entra en el mundo de “El Imán y la Brújula” y no podras huir. Proximamente, en sus librerías otra obra imaginativa de Juan Ramón.


lunes, 15 de octubre de 2007

Panadero empuja

Hermanos:

Hace unos días, David G. me envió unos relatos que me parecieron realmente buenos. Ante mi insistencia denodada (porque tengo un punto de cabrón explotador) ha tenido a bien cederme uno de ellos para mi página web, de manera que sea del disfrute público de la Hermandad Galatea en pleno -así como de cualquier otro cibernáuta que se aficione a nuestras neuras y quiera leer cosas buenas y bonitas.

Lo tenéis aquí (es el último enlace de la lista, para que no haya confusiones):

http://www.franciscoperezfernandez.com/literarios.htm

Lectura obligada, nenes. Espero un comentario sobre el relato de David G. de todos y cada uno de vosotros, malditos vagos (Alonso, tu no quedas exento del comentario pero sí del calificativo, que ya curras bastante administrando este despropósito nuestro).

Por supuesto, si alguno de vosotros tiene por ahí algo muerto de risa y quiere compartir ese espacio, yo estaré gustosísimo de colgarle en él lo que sea para uso, sacrificio y goce colectivo en el altar de la lujuria. A ver si entre todos creamos escuela, que eso es lo que nos falta en este país de individualistas psicópatas, ESCUELA.

domingo, 14 de octubre de 2007

Silent Hill o la alquimia de la atmósfera


Esta tarde fui a ver la tan aclamada El Orfanato. A los pocos minutos estaba deseando compartir mis impresiones con los compañeros galateos. Resumiré diciendo que encontraba una perfecta caligrafía cinematográfica al servicio de una superproducción impersonal, formularia.
Y al rato me di cuenta de realmente me apetecía más hablaros de Silent Hill, la película que, fotograma a fotograma, veía evocada y trivializada en la cinta de Juan Antonio Bayona.
No he querido que me traicione la memoria, así que os ofrezco, tal cual las escribí, mis impresiones sobre Silent Hill, anotadas entonces, pocas horas después de salir del cine.

En mi primera adolescencia las películas que más me gustaban eran de género terrorífico, quizás debido a que en este tipo de obras encontraba una intensidad especial. Con los años, en mi memoria se entremezclan la funeraria de Phantasma con las taciturnas calles de Roma de Rojo Oscuro; el extraño vecindario de La semilla del diablo con el dormitorio de El exorcista, hasta formar todo parte de una misma cosa, una misma emoción.
En esos años mi desinterés por los argumentos era casi total; “para contar historias están las abuelas”, decía un amigo con el que entonces compartía pasiones cinéfilas. Pensábamos que el cine de terror, precisamente por no acusar el sometimiento a la lógica que se exige a otro tipo de ficciones, podía –debía- arriesgarse a ir un paso más allá y saltar de lo incoherente a lo surreal. Los últimos años nos han traído multitud de cintas de ambiente estudiantil y poco inspirados remakes de clásicos del género; se echaba en falta una cinta que se adentrara sin titubeos en el mundo de lo imaginario, con sentido del riesgo y sentido del delirio, y todo esto es lo que he encontrado en Silent Hill.
Christophe Gans (El pacto de los lobos) ha vuelto a poner su creatividad visual al servicio de un salto en el vacío, una pirueta metafísica en la que reduce el discurso cinematográfico a sus más primarios elementos: para crear tensión sólo hace falta un denso tratamiento de la imagen y un habilidoso empleo del sonido ambiente y la música, de tinte minimalista –un cruce entre Philip Glass y John Carpenter-.
No faltan los puristas que ponen el grito en el cielo ante la aparición de nuevas formas de ocio: los más reaccionarios intentan proteger al cine de otras formas de expresión como la publicidad y el vídeo-clip. Otros condenan a los videojuegos social y estéticamente. Por el contrario, Gans se sirve de un popular videojuego, del que adapta la trama y la estructura, y lo adereza con las más sofisticadas formas de vídeo-creación para tejer una historia densa, compuesta por jirones de pesadillas. El resultado es una alucinada incursión en la fantasía más siniestra ejecutada con delicadeza e inventiva.
Como suele suceder con muchas de las grandes películas, ni siquiera se nos plantea una trama original o sorprendente; lo importante es afrontar la narración fingiendo ingenuidad, a la espera que la mano de prestidigitador nos siga hechizando. Una niña se encuentra gravemente trastornada, y en medio de sus delirios nocturnos no para de citar la localidad de “Silent Hill”, un pueblo fantasma perdido en los mapas. Siguiendo la lógica extraña que da forma a las películas de terror, su madre decidirá llevarla a ese pueblo antes que ponerla en manos de médicos.
El pueblo se nos mostrará en brumas, en medio de una lluvia continua de pavesas, como un espacio anacrónico anclado en un pasado indefinido. Y sus misteriosas pobladoras resultarán estar sometidas a un puritanismo propio del pasado medieval. El problema que encuentro a la cinta es que su realizador, rehuyendo el malditismo y buscando a las más amplias audiencias, acaba por sobre-explicar todos esos misterios que nos resultan más bellos cuando se mantienen velados, y en la parte final del metraje recurre a tediosas –fastidiosas- justificaciones a una trama que no las necesita.
Con todo, queda como gran acierto el soberbio diseño de producción, de tonos apagados, y la dirección artística, centrada como pocas veces en torno a un leit motiv inequívoco. Y casi me atrevo a afirmar que junto con ese bizarro Dunwich de Miedo en la ciudad de los muertos vivientes, junto con los encapotados cielos de El Más Allá (Kwaidan), junto con las misteriosas callejuelas de Operazione Paura, mi memoria cinéfila retendrá este “Silent Hill”. La emoción del miedo concentrada en un lugar mil y una veces visto, y que por esa misma razón mantiene su fuerza.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Mis Ci-Fi's favoritas (1)

Sin ser un gran lector de ciencia-ficción, que lo soy sólo en la medida justa porque me parece un género algo "trash" en el que no siempre triunfa lo mejor, y el concepto de "lo mejor" es siempre de difícil definición porque se mueve en el ámbito de las neuras del lector de turno, no es menos cierto que cuenta con obras y autores que me parecen clásicos irrepetibles. Porque en la Ci-Fi -al menos así lo veo yo- más que producciones consistentes hay piezas escogidas. Obras que se concibieron y parieron en momentos de deliciosa inspiración y que luego sus propios creadores han sido incapaces de superar. Desgranemos algunas de ellas.

Comencemos por la filosófica "Ubik" de mi admirado Philip K. Dick. Una novela sencilla, de criterio argumental fácil, lineal y escasamente retórico. Es una novela sin adorno, trampa ni cartón, de estilo feísta, en la que K. Dick prima el fin sobre los medios y a los motivos sobre los personajes. Al mismo tiempo, se trata de una historia inconcreta que no concluye en nada, pero finaliza en todo. Una historia que plantea preguntas que nunca responde y que responde a cuestiones que nadie plantea. Al final -y esto es lo más interesante- nadie sabe qué es el dichoso Ubik (una especie de soporte, de esencia, de materia instantánea), pero quizá quede en evidencia que nuestros propios cuerpos no son otra cosa que el Ubik que soporta aquello que realmente somos. Paranoia K. Dick en estado puro.

Luego viene "Starship Troopers", de Robert A. Heinlein. Una utopía fascista que se mofa del fascismo. Una oda al militarismo escrita por un libertario y destinada -paradójicamente- a ridiculizar al propio militarismo. "Starship Troopers" es una novela excesiva, sobreactuada, en la que todo es a lo grande, brutal, salvaje, desmedido... Se trata de una historia grandilocuente que se parodia a sí misma y que abusa del superlativo para desenmascarar el absurdo (suele ocurrir que muchas posturas sólo desvelan su estupidez intrínseca cuando son elevadas a la enésima potencia). Es una pena que Paul Verhoeven no entendíese nada de esto y se limitara a hacer una película de violencia redundante y escasa fidelidad al texto, que termina por traicionar la intención de partida de Heinlein. Para el autor -y esta es su guasa final contra los amantes de la tropa- el factor individuo se antepone al elemento colectivo: Un hombre sólo es capaz de triunfar allá donde no ha podido hacerlo un ejército completo.

También me resulta especialmente interesante el "Dune" de Frank Herbert -obviaremos muchas de sus absurdas secuelas así como la muy estética pero bastante aburrida versión cinematográfica de David Lynch- porque narra una historia que no se parece prácticamente a nada. Herbert nos da una lección de cómo construir un cósmos desde cero, un ecosistema con vida propia desde la nada. Un mundo alternativo que funciona con sus propias reglas, con sus propios fines y que se vale de sus propios medios. Lo más interesante es que el ejercicio de Herbert -que ha sido pretendido por muchos otros tanto antes como después- funciona a la perfección. Está imbuído de una lógica aplastante que el lector asume, que sólo vale para él mismo, pero que carece de sentido alguno fuera de él. "Dune", entendida desde un punto de vista meramente profesional, me parece muy difícil de escribir pues es la novela total. Un ejercicio creativo de arquitectura literaria realmente espectacular. Y lo mejor: en un Universo genéticamente matriarcal en el que sólo las mujeres desarrollan poderes psíquicos, resulta que el mesías, el elegido, es el único hombre capaz de desarrollar semejante clase de poderes. ¿Una broma?
No menos relevante me parece la aportanción de John Brunner en "El hombre completo". Una historia que me parece el equivalente británico a los desvaríos psicologicistas de Philip K. Dick, y que se replantea, de manera enteramente nueva, la vieja dicotomía mente-cuerpo. Si tu mente se desarrolla de manera tan prodigiosa que te permita hacer cosas increíbles, ello sólo será posible a costa de sacrificar tu cuerpo, de convertirlo en un mero sostén fisiológico (otra vez el soporte vital), porque en la naturaleza nada sale gratis. La belleza extrema necesita de la extrema estupidez para reproducirse. La psique ultra-desarrollada plantea como condición la poca o nula inversión en materia estética. Esto lo sufre el protagonista de la historia de Brunner, Howson, pues el telépata más potente del mundo es al mismo tiempo un ser contrahecho que detesta tanto su propia apariencia que, por lo pronto, no entiende qué clase de ventaja podría suponer la posesión de un poder como el que posee.

Si os dáis cuenta, el hilo conductor de estas cuatro historias es el mismo. Plantean visiones psicosociales del ser humano dominadas -mejor sería decir jalonadas- por lo más misterioso, inexplorado e incontrolable que existe: nuestra propia mente, sus capacidades y limitaciones. Ello, imagino, nos lleva a concluir que el mejor catalizador para una gran novela de Ci-Fi no son la técnica o la ciencia sino, antes bien, la experiencia psíquica humana, su calidad y sus fronteras.

Si los visionarios han terminado por convencernos de que, por encima de las vicisitudes de la naturaleza, lo único que rige nuestro destino, el factor decisivo, reside en nuestra propia condición... ¿Por qué llamar ciencia-ficción a lo que en realidad no es otra cosa que mente-ficción?

lunes, 8 de octubre de 2007

Señalados-2


LA DALIA METÁLICA es el título de la indispensable crónica con la que el gran David G Punto Panadero se deja caer en un blog amigo,

Ted Bundy





Acabo de ver una peli que me compré el otro día. No tengo demasiada idea de cine, soy un simple aficionadillo, pero debo decir que me parece mala. Este tipo, Ted Bundy, es para mí uno de los asesinos seriales más interesantes (de hecho el término se acuñó para él). Echo en falta una peli buena sobre este tipo al que dediqué un capítulo en la galería de monstruos de mi anterior web, porque este sí que es un auténtico Hannibal Lecter y lo digo por dos detalles: número de víctimas y perfil del asesino, un tipo educado, estudiante de leyes, que trabajaba en el teléfono de la esperanza, más bien guapo, sociable, etc

Vamos, que no es el vecino heavy que coge la sierra y arma la de San Quintín. El juez que le condenó lamentó que hubiera ido por ese camino, ya que llegó a defenderse a sí mismo impresionando al tribunal. En fin, una historia interesante. En la carátula de la peli dice que Ted Bundy ¡sabía chino!, desconocía este dato, la verdad y no sé si es cierto. Creo que el film da una imagen de Ted Bundy un poco desquiciada y el tío fue capaz de dar el pego durante mucho tiempo, aunque estaba como una cabra, claro. Paco, ¿por qué no tienes a éste en tu archivo?. Me pica la curiosidad.

sábado, 6 de octubre de 2007

Comunicación

Esta tarde escuchaba a una profesora de universidad, que hablaba sobre lenguaje y comunicación, y comentaba, entre otras cosas, que el emisor se dirige siempre a un receptor determinado. Y lo más importante del mensaje que le comunica es la intencionalidad, pues cuando una comunicación es literalmente lo que indican las palabras, y nada más que eso, resulta algo pobre.
No pude evitar el pensar en vosotros, los amigos escritores. Cuando alguien escribe algo, ¿piensa en los que van a leerlo? ¿Condiciona eso su manera de contar las cosas? Cuántas veces nos encontramos textos -o películas- faltos de intencionalidad, donde, obviando lo obvio, no encontramos nada...

viernes, 5 de octubre de 2007

Señalados


El infierno está a tres mil kilómetros en línea recta.

jueves, 4 de octubre de 2007

Cutreces de manual

Hay cosas que no.
Vamos, que de ningún modo. Monumentos a la más absoluta cutrez que deben ser abucheados públicamente a fin de que sus perpetradores no osen reincidir. Por ejemplo, este edificio... ¿Pero qué clase de impresentable puede diseñar un engendro como éste? ¿Pero qué clase de tonto compra este proyecto y se gasta la pasta en levantarlo? Un caso claro de oremus perdido.

Segundo caso. Un tipo se levanta por la mañana de la cama y entretanto está sentado en la taza del water pare la genial idea de diseñar unos pantalones vaqueros como los de la foto (y encima de telilla tergaloide pedorra). Y los hace por miles... Y -agárraos- se los compran. ¿Pero qué clase de mente desquiciada puede producir este bodrio? ¿Cómo es posible que haya tipos sueltos por ahí que se gasten el dinero en esto y -lo peor- que encima se lo pongan?


Este mola un montón. Llegan a una empresa publicitaria unos tíos que fabrican productos de limpieza y que quieren poner en la calle un mejunje revolucionario y que limpia de narices (y es verdad, doy fe de que el producto es bastante bueno). Bueno, pues el "creativo" de turno no tiene mejor idea que ponerle a la etiqueta eso de "Cillit Bang"... Lo que en términos de mero sentido común es equivalente a denominarlo "Chinbon Pum" o "Pataplof Catapum". La pregunta es obvia: ¿Le pagaron? ¿Cobró la empresa de publicidad? ¿Fueron los fabricantes tan lerdos como para dejarse engañar de manera tan manifiesta y sin protestar?

Bueno Hermanos todos. Prometo reincidir. De hecho, espero que esto se convierta en el acta fundacional de una sección que espero engorde y crezca en el futuro, y que bien podríamos titular como: "El Catálogo de Cutreces de la Señorita Pepis".

miércoles, 3 de octubre de 2007

Una recomendación




Os recomiendo esta peli en la que una rubia con tendencias psicopáticas intenta darle al cuchillo con obvias reminiscencias de Psicosis. Os pongo una minireseña, que habla del director William Castle, aunque supongo que conoceréis la peli:
"El inmediato éxito de la formula de Castle (una peliculita de bajo presupuesto y trucos fuera de orbita en términos de producción y promoción), le dieron nueva vida a William. Castle copiaba a Alfred Hitchcock: narraba y aparecía en los cortos publicitarios, e incluso hacia lo mismo en sus films, pero consiguió tanta plata como productor independiente que las enormes ganancias de sus largometrajes fueron descubiertas por Alfred Hitchcock. Esto lo llevó a crear su propio film de terror de bajo presupuesto, “Psicosis” (Psycho, 1960). Y entonces William copió a Alfred de nuevo. Si Hitchcock creó un psicótico, Castle inventó a un asesino en “Homicida” (Homicidal, 1961), otra película con un trasvesti con enormes cuchillos. El ridiculísimo guión (algo sobre una herencia de diez millones de dólares) tiene todo lo que esperas de una peli de Castle, incluyendo un final sorpresa (¡que funciona de verdad!), el director que aparece tejiendo un tapiz mientras presenta la historia, y el truco tan esperado: una "Pausa de Miedo" de un minuto en la mitad de la película para que los miembros del publico débiles puedan salir del cine. Y por favor, préstenle atención a la actriz Jean Arless, el otro gran truco de este largometraje. Sorprendentemente, la revista Time dijo “...Supera a “Psicosis” en estructura, suspenso y puro nervio”. ¡Ja! "

Sitges




Finalmente -si Ángel Sala, ni el tiempo, ni los hados lo impiden-, parece que kaplan y yo saldremos de viaje en unas cuantas horas con destino al Festival de Sitges.
Como sabéis este año celebra su cuarenta aniversario. Lo cierto es que nosotros no vamos allí, precisamente, como animadores que salgan de la tarta de cumpleaños (suponemos que para eso tienen unas gachises estupendas, que son a las que nosotros vamos a ver).



Llevamos en las bolsas unos cuantos guiones y proyectos, y en la cabeza las mejores intenciones y esperanzas; las de agitar un poco el mercado del género.
Son pocos días, básicamente el fin de semana, pero muchas las fuerzas.
Distintos guiones y proyectos que se han perfilado y madurando con el paso del tiempo y las reescrituras, y con los que esperamos vencer y convencer.
Y, de paso, si queda tiempo -esperemos que no-, ver alguna de las películas.

Sea como fuere, si merece la pena, prometemos ir contando novedades en las entradas Galateas.

martes, 2 de octubre de 2007

¿Quiénes somos realmente?

Me acabo de encontrar con el hermano Paco en Scarlatti’s. Yo venía de comprar una tartita de cumpleaños para mi nene de tres añazos. Y él venía de... algún conciliábulo (ya lo desmentirá). Casualidades de la vida, su hija también cumple años hoy. Lo gracioso es que rápidamente nos poníamos al día:
-Estoy puliendo un guión sobre un psicópata que ataca un pueblecito de la sierra -dice Fernando.
-Ah, genial, pues dame tu dirección que te tengo que enviar un libro sobre sociópatas que acabo de sacar -dice Paco.
¿Y quiénes somos realmente?, me pregunto yo. ¿Dos Galateos enloquecidos que alimentan sus mentes con la brutalidad de los más grandes asesinos? ¿O quizá dos dulces papis que buscan la tartita ideal para sus tiernas criaturas?
No lo sé, pero supongo que muchos años más tarde, nuestras tiernas criaturas también estarán buscando su propia definición. Y puede que este “peligroso” blog se presente ante sus ojos como una reliquia absurda olvidada en el éter binario-espacial. Y puede que entonces entiendan que sus papis estaban igual de perdidos preguntándose: “¿Quienes somos realmente?”


Oda a Corocotta



Os lo juro, yo lo he visto: Corocotta es feroz
Cuando empuña su hacha hay crueldad en la mirada
Y en los bosques de Cantabria ya no queda un solo alma
Con fiereza sus colegas asolaron la región.

Ay de esos castellanos
Que intentaron alcanzar
Las cimas de las montañas;
Sólo pudieron lograr

Que un guerrero depravado,
Hombre lobo nacional,
Buen amigo de Paul Naschy,
Los comiera sin piedad.

Pero niño, deja ya de joder con el disfraz,
Dicen sus padres agotados que no luchó contra romanos,
Sino punkis y borrachos de los que hay por Tribunal
Pues su tierra no es Cantabria sino el Valle del Kas.

Barbaridades


Siguiendo el sugerente juego iniciado por Kaplan, mirad lo siguiente:

1982 fue el año elegido por Dino de Laurentiis para poner en la calle su superproducción sobre las andanzas de mi buen Conan, el barbaro. La peli, con título homónimo e integramente rodada en España, resultaba bastante digna a pesar del insufriblemente malo guión de John Milius (también director del filme) y Oliver Stone. Malo, especialmente, porque traiciona de manera irreversible al personaje tal y como fue concebido por Howard y perfectamente adaptado al cómic por el excepcional tandem Roy Thomas-John Buscema. La traición empieza ya con la elección del Conan de la ficción... Un entonces desconocido Arnold Schwarzenegger (que ya les vale poner a un tipo rubio para interpretar el papel de un sujeto que siempre fue descrito con el pelo negro). Sin embargo, la producción tiene empaque y Milius sabe manejarla, con lo que queda una peli de aventuras bastante digna que fue un rotundo taquillazo.
¿Qué ocurre entonces?
Pues que los macarras de la Serie B -a lo largo del mismo año- y buscando taquilla fácil meten en pantalla cosas como estas:

"El señor de las bestias" (Don Coscarelli). Un refrito potable de Espada y brujería con el cachas del Singer (al que todos recordamos de la legendaria serie televisiva "V"). Pletórico.

"Ator el poderoso". No podía faltar, como es lógico, la macarrada italiana de turno... Con un desconocido mazas llamado Miles O'Keffe (¿quién sabe dónde estará este sujeto?) en el papel estelar.



Esta era mala de narices -lo afirmo porque yo me las tragaba todas toditas- pero, agarraos amigos, a pesar de ello chutó en taquilla y tuvo una secuela que se estrenó pertinetemente en coincidencia total con el estreno de la secuela de Conan: "Conan, El Destructor" (Richard Fleischer, 1984).

El asunto bárbaro, y seguimos en 1982, dio hasta para una de dibujos animados, muy maja, de Ralph Bakshi, titulada "Tygra, hielo y fuego" (esta si no la habéis visto, tenéis que hacer el esfuerzo por localizarla).

Y hubo más. Tras el estreno de "Conan, El Destructor" (1984), salió otra italianada tremebunda (creo que esta era de Castellari pero Panadero me corregirá si me equivoco), titulada "Los Bárbaros". Los protagonistas eran dos gemelos cachas. Te morías de la risa con tanto descacharro. Y un año después, persiguiendo el tirón de Conan pero sin derechos sobre el personaje el De Laurentiis se hizo con derechos sobre Red Sonja e hizo, también con Fleischer, "El Guerrero Rojo". Un completo monumento a la publicidad engañosa pues todo quisque iba al cine creyendo que se iba a ver una de Conan -con Schwarzenegger y todo- y se terminaba encontrando con que no... Que se trataba de otro rollo.

Lo más interesante de todo es que el subgénero -que vería revisiones en el ámbito de la TV apoyadas por Sam Raimi, pero nada para el cine- murió igual que nació... ¿Alguien se acuerda de qué pasó con tanta barbaridad?

P.D.: De "El Corazón del Guerrero", esa mariconadita infame de hace unos años que bien se podrían haber ahorrado, no hablo porque no merece la pena el esfuerzo (y eso que la realizó un crítico de cine... Supongo que se aprendería la lección).




El insondable enigma de la librería carmesí

El librero no respondía a los emails.

Las actualizaciones de su web resultaban extrañas, impostadas, como si un farsante las hubiera realizado por él.


Testigos, entre ellos, el insigne David Alonso, aseguraban que sus puertas, antes siempre francas para el público, permanecían cerradas a cal, canto y cerrojos.





¿Qué espeluznante misterio se había cernido sobre la librería?




lunes, 1 de octubre de 2007

Los PARES del TERROR


Dada la siguiente relación de las películas más taquilleras de terror:


LA SEMILLA DEL DIABLO (68) – LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES (68)
EL EXORCISTA (73) – LA MATANZA DE TEXAS (74)
LA PROFECÍA (76) - LA NOCHE DE HALLOWEEN (78)
AL FINAL DE LA ESCALERA + AMITYVILLE (79) - HOLOCAUSTO CANÍBAL (79)
EL RESPLANDOR (80) – VIERNES 13 (80)
POLTERGEIST (82) - POSESIÓN INFERNAL (82)
EL SEXTO SENTIDO (99)– THE BLAIR WITCH PROJECT (99)


¿Advertís algo curioso? Sí, van por parejas. Terror más formal o tradicional contra terror más radical o adolescente (generalmente acampadas folleteras). Lo curioso es que siempre es así. Década a década.

Las de la izquierda están financiadas por estudios y tienen grandes presupuestos y casi todas se centran en una pequeña familia que sufre un ataque (externo o interno) y que se resiste a su destrucción: la irrupción del demonio y asuntos paranormales. Las de la derecha son prácticamente todas de sádicos matalerdos, localizadas en espacios más abiertos y naturales, narrativa más rompedora, óperas primas en su mayoría y todas al margen del sistema de estudios.

No recuerdo bien las cifras pero me sospecho que las de la izquierda son más taquilleras en la medida en que acogen un target más amplio. Sin embargo, casi seguro que las de la derecha son más rentables dado el ridículo coste de fabricación.

¿A alguien se le ocurre un par de finales de los ochenta y principios de los noventa? Igual no hay. Quizá “El silencio de los Corderos” con ¿?

Llenándolas de palabras


Sea como fuere, son páginas, páginas en blanco. Y las páginas en blanco -ésta es una de las pocas cosas que estoy aprendiendo de este oficio de escritor en el que no haré carrera-, y las páginas en blanco, sí, hay que asesinarlas, llenándolas de palabras.



Carlos Pérez Merinero

La niña que hacía llorar a la gente