jueves, 4 de octubre de 2007

Cutreces de manual

Hay cosas que no.
Vamos, que de ningún modo. Monumentos a la más absoluta cutrez que deben ser abucheados públicamente a fin de que sus perpetradores no osen reincidir. Por ejemplo, este edificio... ¿Pero qué clase de impresentable puede diseñar un engendro como éste? ¿Pero qué clase de tonto compra este proyecto y se gasta la pasta en levantarlo? Un caso claro de oremus perdido.

Segundo caso. Un tipo se levanta por la mañana de la cama y entretanto está sentado en la taza del water pare la genial idea de diseñar unos pantalones vaqueros como los de la foto (y encima de telilla tergaloide pedorra). Y los hace por miles... Y -agárraos- se los compran. ¿Pero qué clase de mente desquiciada puede producir este bodrio? ¿Cómo es posible que haya tipos sueltos por ahí que se gasten el dinero en esto y -lo peor- que encima se lo pongan?


Este mola un montón. Llegan a una empresa publicitaria unos tíos que fabrican productos de limpieza y que quieren poner en la calle un mejunje revolucionario y que limpia de narices (y es verdad, doy fe de que el producto es bastante bueno). Bueno, pues el "creativo" de turno no tiene mejor idea que ponerle a la etiqueta eso de "Cillit Bang"... Lo que en términos de mero sentido común es equivalente a denominarlo "Chinbon Pum" o "Pataplof Catapum". La pregunta es obvia: ¿Le pagaron? ¿Cobró la empresa de publicidad? ¿Fueron los fabricantes tan lerdos como para dejarse engañar de manera tan manifiesta y sin protestar?

Bueno Hermanos todos. Prometo reincidir. De hecho, espero que esto se convierta en el acta fundacional de una sección que espero engorde y crezca en el futuro, y que bien podríamos titular como: "El Catálogo de Cutreces de la Señorita Pepis".

2 comentarios:

jerobibo dijo...

lo de los vaqueros es para fusilar al diseñador

Biedma dijo...

Lo mejor es que está llegando un momento en que me basta leer la primera frase para adivinar el galateo autor de la entrada; estupenda, Paco. Adelante con la sección.