martes, 28 de abril de 2009

Batman


Hace unos días, mientras pasaba y repasaba páginas de El otoño recorre las islas, el poemario forzoso y medular de José Carlos Becerra (1936-1970) que me regaló mi amigo Miguel Cane -en estos momentos acorralado en México por dos clases de plaga, la burocrática y la otra-, me encontré con un poema titulado Batman. La ilustración es de Andy Jones.



Recomenzando siempre el mismo discurso,

el escurrimiento sesgado del discurso, el lenguaje para distraer al silencio;

la persecución, la prosecución y el desenlace esperado por todos.

Aguardando siempre la misma señal,

el aviso del amor, de peligro, de como quieran llamarle.

(Quiero decir ese gran reflector encendido de pronto…)


La noche enrojeciendo, la situación previa y el pacto previo enrojeciendo,

durante la sospecha de la gran visita, mientras las costras sagradas se desprenden

del cuerpo antiquísimo de la resurrección.


Quiero decir

el gran experimento.

buscándole a Dios en las costillas la teoría de la costilla faltante,

y perdiendo siempre la cuenta de esos huesos

porque las luces eternamente se apagan de pronto, mientras volvemos a insistir en

hablar a través de ese corto circuito,

de esa saliva interrumpida a lo largo de aquello que llamamos el cuerpo de Dios, el

deseo de luz encendida.


Llamando, llamando, llamando.

Llamando desde el radio portátil oculto en cualquier parte,

llamando al sueño con métodos ciertamente sofocantes, con artificios inútilmente reales,

con sentimientos cuidadosa y desesperadamente elegidos,

con argumentos despellejados por el acometimiento que no se produce.

Palabras enchufadas con la corriente eléctrica del vacío, con el cable de alta tensión del delirio.(Acertijos empañados por el aliento de ciertas frases, de ciertos discursos acerca del infinito.)


Recomenzando, pues, el mismo discurso,

recomenzando la misma conjetura,

el Clásico desperfecto en mitad de la carretera,

el Divinal automóvil con las llantas ponchadas

entorpeciendo el tráfico de las lágrimas y de los muertos, que transitan Clásicamente en sentidos contrarios.

Recomenzando, pues, la misma interrupción,

La pedorreta histórica de las llantas ponchadas,

el sofisma de cada resurrección,

el ancla oxidada de cada abrazo,

el movimiento desde adentro del deseo y el movimiento desde afuera de la palabra,

como dos gemelos que no se ponen de acuerdo para nacer,

como dos enfermeros que no se coordinan para levantar al mismo tiempo el cuerpo del trapecista herido.


(Aquí el ingenio de la frase ganguea al advertir de pronto su sombrero de copa de ilusionista;

ese jabón perfumado por la literatura con el cual nos lavamos las partes irreales del cuerpo,

o sea el radio de acción de lo que llamamos el alma,

las vísceras sin clave precisa, los actos sin clave precisa,

la danza de los siete velos velada por la transparencia del dilema;

y por la noche, antes de acostarse,

la dentadura postiza en el vaso de agua,

la herida postiza en el vaso de agua, el deseo postizo en el vaso de agua.)


La señal... la señal... la señal...


Así sonríes sin embargo, confiando otra vez en tu discurso,

mirándote pasar en tus estatuas,

flotando nuevamente en tus palabras.

La señal, la señal, la señal.

Y entretanto paseas por tu habitación.

Sí, estás aguardando tan sólo el aviso,ese anuncio de amor, de peligro, de como quieran llamarle,

ese gran reflector encendido de pronto en la noche.


Y entretanto miras tu capa,

contemplas tu traje y tu destreza cuidadosamente doblados sobre la silla, hechos especialmente para ti,

para cuando la luz de ese gran reflector pidiendo tu ayuda, aparezca en el cielo nocturno,

solicitando tu presencia salvadora en el sitio del amor

o en el sitio del crimen.

Solicitando tu alimentación triunfante, tus aportaciones al progreso,

requiriendo tu rostro amaestrado por el esfuerzo de parecerse a alguien

que acaso fuiste tú mismo

o ese pequeño dios, levemente maniático,

que se orina en alguna parte cuando tú te contemplas en el espejo.


Miras por la ventana

y esperas...

La noche enrojecida asciende por encima de los edificios traspasando su propio resplandor rojizo,

dejando atrás las calles y las ventanas todavía encendidas,

dejando atrás los rostros de las muchachas que te gustaron,

dejando atrás la música de un radio encendido en algún sitio y lo que sentías cuando

escuchabas la música de un radio encendido en algún sitio.


Sigue la noche subiendo la noche,

y en cada uno de los peldaños que va pisando, una nueva criatura de la oscuridad rompe su cascarón de un picotazo,

y en sus alas que nada retienen, el vuelo balbucea los restos del peldaño o cascarón diluido ya en aire;

y mientras tanto tú no llegas aún para salvarte y salvar a esa mujer

que según dices

debe ser salvada.


¿En qué sitio, en qué jadeo

el sueño recorre el apetito reconcentrado de los dormidos?

¿Qué ola es ésa, que al golpear contra el casco

hace que el marinero de guardia ponga atención por un momento, para decirse después que no era nada

y torne a pasearse por el cuarto, mirando de vez en cuando por la ventana las luces dispersas de la calle?

¿Qué ir y venir está gastando el cuerpo de su andanza

contra el casco manchado, cubierto de parásitos marinos?


...porque de pronto has dejado de pasearte por la habitación.

¿Acaso escuchas realmente ese ruido? ¿Ese ruido viene del pasillo o viene de tu deseo?

(Cierta especie de ruido que tropieza con cierta especie de silencio dentro de ti,

como alguien que se topa con una silla al caminar a oscuras...)


¡Tal vez ya prendieron el reflector para pedirte auxilio!

¡Tal vez fue esa mujer quien lo encendió!


Pero no, todavía no,

nadie camina por el pasillo hacia tu puerta, nadie tropieza con una silla dentro de ti,

y allí están doblados tu traje de héroe y tus sentimientos de héroe,

listos para cuando entres en acción.

¿Pero por qué no han encendido ese gran reflector?

¿Es sólo el ascenso de la noche lo que deja sus cascarones rotos en el aire?

¿Qué criatura de la oscuridad picotea para que el aire tome forma de cascarón roto, de peldaño dejado atrás?

¿Qué es aquello que detiene de súbito tus paseos por la habitación mientras te dices "Acaso deba esperar otro rato"?


Y vuelves a asomarte por la ventana.

¿Es el zumbido de un jet que cruza el cielo rayándolo fugazmente con sus pequeñas luces de navegación?

Y algo dentro de ti que tú crees que es la noche allá afuera,

cruje pisando cascarones rotos, peldaños donde el cuerpo de su andanza deja un hilo finísimo de baba o soliloquio,

mientras retorna el fantasma de una mujer bandeado por la oscuridad

donde el mar se encaverna después del zarpazo,

y ese fantasma, que es la otra cara de la espuma, repite contra el casco del barco el golpe del sueño

salpicando al silencio desde lejos.


Y vuelves a asomarte por la ventana.

¿Es el zumbido de un jet que cruza el cielo?

¿Qué es ese ruido que te hace mirar tu traje y tu antifaz,y asomarte después por la ventana?


Ir y venir alrededor de una silla,

enrevesado viaje alrededor de una silla, guardando el equilibrio difícilmente

al caminar y girar sobre un hilo finísimo de saliva.


Ir y venir, habladuría alrededor de una silla donde está un extraño traje doblado,

ir y venir alrededor de un viejo y descompuesto automóvil que estorba el tráfico en la carretera,

gestos entrecruzados, habladuría de ventanas y escaleras

labrando la estatua cuyo sentido griego vacila y se viene abajo en el trayecto entre una ventana y un reflector que no se ha encendido,

mientras los cascarones rotos de la oscuridad crujen y se disuelven bajo el brusco aleteo

con que la oscuridad va impulsando la noche.


Y otra vez te paseas,

¿quieres desovillar el hilo de saliva, el hilo de palabras sobre el que te balanceas en precario equilibrio?

¿En qué juego de tus frases, en qué humillante silencio has puesto el oído?

Y otra vez te paseas y otra vez te vuelves hacia la ventana,

pero ese resplandor… pero ese resplandor que descubres de pronto,

es el amanecer,

palidísimo gesto de esa luz entre los edificios, donde el silencio enhebra las pisadas lejanas de todo lo nocturno.


¿Y ahora,

qué es lo que sientes que se aleja,

como alguien corriendo descalzo por la playa, entre la niebla que la luz va a ocupar?

¿Y en esa claridad en aumento, acaso puede todavía distinguirsela señal de un reflector encendido?


Paseos alrededor de una silla donde está un extraño traje doblado,

monólogo alrededor de una silla donde está un simulacro en forma de traje doblado,

mientras el amanecer se deja llevar por su propia marea ascendente, y por el ruido de las
barredoras mecánicas y de los primeros camiones urbanos

que aparecen por las calles desiertas.

El rincón Galatea


Paseando por León nos encontramos una curiosa librería.

miércoles, 22 de abril de 2009

Serie "El novio que toda madre querría para su hija" - modalidad "me quitaron la libertá, me pillaron robando en Simago" (V)

"Hay cinco derechos universales que son innegables al hombre, a la raza humana. Uno es la vivienda, otro es la ropa, otro es la dignidad y... los otros dos se me han olvidao"

Un monstruo, el tío es un monstruo...


martes, 21 de abril de 2009

jueves, 9 de abril de 2009

1969



Está al caer uno de los estrenos literarios que más expectación ha levantado en los últimos meses... el descenso de Jerónimo Tristante a la novela negra.

El lunes habrá quedado atrás esta nefasta semana y podréis buscarla en cualquier punto de venta.

Mientras, para hacer estos días más llevaderos, os dejo el enlace al booktrailer:

Serie "El novio que toda madre querría para su hija" - modalidad "las drogas son mu malitas" (IV)

Hermanos, contemplad el vídeo al completo, hasta el final, si no os morís antes de un ataque de risa... o de verguenza ajena.

Dios, que juventú...


miércoles, 8 de abril de 2009

Serie "El novio que toda madre querría para su hija" - modalidad "urban güarrior" (III)

¡Dios mío! Millones de años de evolución para esto. Si Darwin levantase la cabeza...

martes, 7 de abril de 2009

Serie "La locaza que toda madre querría para su hijo" - modalidad "espíritu libre" (II)

La criaturita se llama Shane Mercado y este video casual ha terminado por lanzarlo a ese estrellato sórdido, efímero y desagradecido que proporciona Internet, llegando incluso a aparecer en diversos programas de la televisión americana. A poco que se descuide, este tío gripa el motor. La cantidad de aceite que pierde es considerable.

sábado, 4 de abril de 2009

XII PREMIO DE NARRATIVA “FRANCISCO GARCÍA PAVÓN”

El Excmo. Ayuntamiento de Tomelloso coincidiendo con la celebración de la Feria y Fiestas de esta ciudad convoca el XII Premio de Narrativa “Francisco García Pavón”, con arreglo a las siguientes

BASES

A.- Podrán concurrir a los distintos premios todos los autores que lo deseen de cualquier nacionalidad.
B.- Los trabajos que concursen a cualquiera de los premios deberán estar escritos en castellano, ser rigurosamente inéditos, no haber sido premiados en otros concursos, ni hallarse pendientes de fallo en cualquier otro premio.
C.- Cada autor podrá presentar un número máximo de tres originales por modalidad, por CUADRUPLICADO, en ejemplares separados, numerados, mecanografiados en formato DIN A-4 a doble espacio, en perfectas condiciones de legibilidad y sin la firma del autor/a que será sustituida por un lema o seudónimo escrito en su cabecera indicando el nombre del premio al que se presenta.
D.- Todos los originales deberán ir acompañados de Plica cerrada con el mismo título y el lema o seudónimo escrito en el sobre y el premio al que concursan. En el interior de la Plica, debe figurar: nombre y apellidos, nacionalidad, domicilio y teléfono del autor/a, breve nota bio-bibliográfica y CD que contenga el trabajo presentado a concurso.
E.- Los originales deberán presentarse directamente, con justificante de registro o por correo certificado, sirviendo entonces de justificante el resguardo correspondiente, al Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Tomelloso, C/ Independencia, 32-2ª Plta. – 13700 Tomelloso (Ciudad Real) haciendo constar el premio al que se presenta. Los originales no premiados serán destruidos sin abrir plicas, una vez conocido el fallo del Jurado.
F.- El plazo improrrogable de recepción de originales terminará a las 14:00 hs. del día 8 de mayo de 2009. Se aceptará como fecha válida la consignada en el matasellos del sobre.
G.- Todos los premios estarán sujetos a la legislación fiscal vigente.
H.- Será responsabilidad del Jurado, formado por destacadas personalidades de las letras, rechazar aquellos originales que no se ajusten a las bases de esta convocatoria, conceder los accésit y menciones honoríficas que considere, así como, declarar desierto cualquiera de los premios si, a juicio del Jurado, ningún trabajo reuniera los méritos suficientes o no se ajustara a las condiciones establecidas en las presentes Bases. Todas las decisiones del Jurado serán inapelables.
I.- El Ayuntamiento se reserva el derecho de publicación de los trabajos premiados dentro de sus medios de difusión. Su autor queda obligado a mencionar el premio obtenido en cualquier libro o revista que lo reproduzca.
J.- La entrega de premios tendrá lugar en un acto público, que se celebrará el 30 de agosto de 2009, con la presencia del autor/a galardonado. La ausencia injustificada, a juicio del Excmo. Ayuntamiento de Tomelloso, se entenderá como renuncia al mismo. Así mismo, el ganador/a deberá atenerse a las normas establecidas por la organización.
K.- El Excmo. Ayuntamiento de Tomelloso, se reserva la posibilidad de suspender los Certámenes Literarios siempre que existan causas mayores debidamente justificadas y ajenas a la organización del mismo.
M.-El hecho de presentar trabajos a este Certámen supone la aceptación incondicional de las presentes bases, así como cualquier disposición legal no contemplada en las mismas.

REQUISITOS PARA EL XI PREMIO DE NARRATIVA “FRANCISCO GARCÍA PAVÓN”

1.- Tener una extensión mínima de 150 páginas. Se presentarán mecanografiados a doble espacio, por una sola cara, paginados, encuadernados o cosidos con formato de letra arial/once puntos o similar.
2.- Se establece un premio único de 7.500 € y Diploma
3.- La obra premiada será publicada. El importe del premio cubrirá los Derechos de Autor/a correspondientes a la primera edición, de la que serán entregados 100 ejemplares al escritor/a galardonado, entendiéndose que sus derechos quedan cubiertos con el importe del premio. El autor se compromete a que en ediciones posteriores a la primera, figure siempre la referencia de haber sido galardonado con el Premio “Francisco García Pavón” del Excmo. Ayuntamiento de Tomelloso.
El tema de los trabajos presentados deberá corresponder exclusivamente al género policiaco, negro o similar, como homenaje a Francisco García Pavón y a su obra, pionero de esta temática en la literatura española.