Sé que este vídeo es viejo y soy consciente de que podéis haberlo visto muchas veces. Me hago cargo de que este post no es sesudo, hermanos, pero hay algo que me impulsa a ponerlo. No me canso de verlo, pura maldad, porque a veces.....se abren las puertas del infierno.
NOTA: todos miramos a la abducida, sí, ¿se mata? ¿no se mata? pero...¿nadie se acuerda de que abajo hay un aprendiz que bajó la escalera al empezar el vídeo?, pobre
domingo, 27 de enero de 2008
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4 comentarios:
Gracias, Jerobibo. No lo conocía. Tremendo talegazo el que se mete la individua. Da grima sólo con verlo.
Conocí a la abducida el año pasado en la Costa Brava. Se había casado con el aprendiz de la tienda -ya tetraplejico-, habían adoptado a siete pequeños lanceros bengalies, y vivían los nueve a cuerpo de rey con los derechos de explotación del vídeo.
Veo el video, leo el comentario... Y no sé qué pensar Jero. Dudo entre romperme las costillas de risa o echarme a llorar.
Cosas de la ambivalencia humana, imagino.
Voy a pensármelo.
hombre, es para echarse a llorar, la verdad, pura maldad
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