Con los ovnis sobrevolando la Giralda, la ciencia sobrenormal manifestándose en mi correo electrónico y un joven que se autodefine como psicópata sentado a mi puerta para compartir sus voces conmigo, termina una semana llena de visiones y paravisiones. Bienvenidas sean.
5 comentarios:
Tu también lo has recibido, ¿Eh Biedma?
Chico, a mí esta gente de las paraciencias -bien sea porque sus historias me alegraron la adolescencia- me cae simpática. Tanto que incluso les he contestado y me han colgado la perorata en el blog. Cosa que les agradezco.
El problema que yo veo en todo esto de lo paranormal es la poca probabilidad que tiene de ser estudiado científicamente porque hay mucho listillo que vive -o sobrevive- de especular acerca de las vivencias por las que pasó recorriendose a medianoche las ruinas godas de San Tatá de la Montaña, y que no va a consentir que le cierren el chiringuito con rollos epistemológicos, principios de verificación y contrastación empírica, rigurosidades metodológicas, marcos categoriales y tal.
Es que investigar y hacer ciencia en serio es una lata. Te lo digo yo.
Por cierto, la ilustración de tu entrada es colosal... Dame datos, please.
oye, pero coño es seto?
decidme decidme
aaah sí, a mí tb, pero no sé, pensé que igual era una secta o algo así
es serio?
escribo el artículo?
dime cosas
por cierto, para fenómenos paranormales una cosa que me ha pasado con una "crítica literaria" para más inri, creo que sevillana, te llamo para contártelo mañana,
un abrazo hermano
¿Quién ha intentado abducirte, Genaro? Que le parto la cara ahora mismo.
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