miércoles, 1 de julio de 2009

NO HAY COLOR

A riesgo de parecer pesado, excesivamente reiterativo, plomo, peñazo, lo que se quiera decir...no puedo sustraerme una vez más a realizar otra odiosa comparación entre las vomitivas series para adolescentes que se producen en nuestro país y los excelentes trabajos que nos llegan desde el otro lado del charo. Paco Taibo dice que esta serie es la mejor de los últimos tiempos y no le falta razón. Ambientada en Baltimore, cada temporada está dedicada a describirnos los peores trapicheos de diferentes ambientes, desde las casas baratas, el puerto, el mundo escolar, la prensa o el mundo de la política, The Wire es un desgarrador documento de esa América que a veces se asoma a las series y a las películas y que coloca el listón muy pero que muy alto.
Estos chicos de la HBO nos dan sopas con onda, hermanos, desde el guión, la localización de los exteriores, los actores....¡qué actores!
Quizá los niñatos que por aquí se asoman a la caja tonta deberían de aprender de la interpretación de estos monstruos. Y ojo, hay individuos tomados de las calles que se interpretan a sí mismos. Geniales los maderos, los pequeños trapichas, Bubs el colgado, en fin....una serie que, como la buena literatura es de personajes, de buenos personajes.
Seguimos a años luz de esta gente.
Absolutamente recomendable.

3 comentarios:

Biedma dijo...

Jero, esta mañana, por teléfono, no caía en qué serie hablabas. Ahora sí.

En España la está poniendo TNT. Vi el tercer episodio a principios de año y me gustó tando que decidí dejar de seguirla hasta que la repusieran desde el principio; creo que están en la segunda temporada.

Llevas toda la razón, esta manera de hacer televisión es de un sistema planetario distinto.

Francis P. dijo...

En efecto. No hay color. Si es lo que yo digo.

Reptante dijo...

Tendré que irme a perder al mercado de píratería más grande en américa latina, Tepito, para encontrar esta serie de la que tan bien hablas. Por desgracia hace mucho que no cuento con un sistema de cable. Ni con muchas ganas de ver la tele.