lunes, 12 de enero de 2009

Pues...


Pues menudo chasco me he llevado con la cosa esta de Frank Miller.
Un fanático del buen Denny Colt, como servidor de ustedes, no podía faltar a la cita y me planté en el cine el mismo día del estreno... Aunque, la verdad, no sé bien qué me esperaba yo (tal vez el Spirit del maestro Eisner, que siempre me ha hecho mucha más gracia). El hecho es que al final me encontré con algo que no sé si era lo que yo esperaba, pero que en todo caso ni se acercó a las expectativas, sean estas cuales fueren.
A ver si me entendéis. La peli es muy bonita. Muy de Frank Miller. Con una estética curradísima, con tías que salen guapísimas (lo de Eva Mendes es de traca), con cromas y efectos especiales estilo "300" a todo pasto y con un claro toque "Sin City" inevitable que ya se huele desde el minuto uno. Cada plano es, exactamente, la viñeta de un cómic. Podríamos coger un fotograma de cada uno de ellos, pegarlos en varios folios debidamente numerados, arrearles unos bocadillos, encuadernar todo el lote y venderlo en cualquier quiosco. Y justamente ese es el problema: que no es cine, sino tebeo. Muy narrativo, muy literario, muy secuencial.
El resultado es que sólo con el rollo estético, con las guapísimas, y con Samuel L. Jackson que hace un Octopus muy potable, la peli no se le tiene al bueno de Miller por lo que acaba resultando aburridísima, tediosa, inacabable y falta de ritmo. El lenguaje visual es perfecto, pero el sentido de la acción cinematográfica es lamentable (cómo eché de menos la manita de Robert Rodríguez en la sala de montaje entretanto no paraba de removerme en la butaca). Y eso que hay buenos momentos, sobre todo aquellos en los que la cosa se pone irreverente y burra, como cuando Miller no tiene recato alguno en disfrazar a un negro -Jackson- con un uniforme de las SS. También hay cosas nefastas como el muchacho que interpreta al héroe y de cuyo nombre no quiero acordarme: es difícil ser peor actor que el guapito este (a menos que seas Richard Gere). Aunque, si lo miras bien y no queriendo que me tachen de machista, he de decir que la Eva Mendes tampoco quedó la primera de su promoción en el Actor's Studio... Y el papel de Paz Vega -je, je- sin comentarios (cinco minutos, y mal, como casi siempre... La dificultad reside en que en esta ocasión Miller no ha dejado a la chica enseñar esos magníficos pechos de los que ha sabido sacar tanto partido y claro, su actuación pierde fuerza).
Conclusión: si te mueres de gusto cada vez que lees un cómic de Frank Miller, tienes que verla, pero si lo que buscas es cine, pues no vayas porque de eso no hay mucho. Recomendable sólo para friquis muy friquis (como servidor).

1 comentario:

Panadero dijo...

Uno de los peligros que tienen las películas que adaptan comics es pasar de lo fascinante a lo ridículo sin transiciones, y eso, amigo P., le sucede a este Spirit.
Podremos compararla con Sin City (que tampoco era para tirar cohetes, oiga), pero realmente la veo más cercana a engendros como Supergirl o Capitán América.

Con lo bien que estuvo El Protegido...