miércoles, 19 de septiembre de 2007

Autopista al Infierno (Versión castiza pa cantar)

Vivo tranquilamente, vivo con libertad.
Abono en un viaje de ida.
No pido nada, déjame en paz.
Me lo tomo todo con calma.
No necesito una razón, no necesito una lógica.
No hay otra cosa que prefiera hacer.
En marcha, hora de divertirse.
Mis amigos irán también.

Estoy en la autopista al infierno. (x4)

No hay señales de stop, ni límite de velocidad.
Nadie me frenará.
Como una rueda voy a hacerlo girar.
Nadie me va a enredar.
Eh, Satán, he saldado mis deudas
tocando en una banda de rock.
Muñeca, mírame,
voy camino de la Tierra Prometida.

Estoy en la autopista al Infierno. (x4)

No me pares.

Y voy a recorrerla hasta el final.

Estoy en la autopista al infierno. (Hasta el final)


Y una vez entonado el cántico nos trincamos tres copas, nos tiramos a tres vírgenes y sacrificamos tres becerros a Dagón.

3 comentarios:

Fernando Cámara dijo...

¡Me pido las vírgenes! Yo me encargo de ellas mientras os dedicais a beber y matar corderitos (que luego nos comeremos, ¿no?)

Francis P. dijo...

Vale. Ya sé que la traducción tiene un aire latino bastante cutre, pero es que ha sido un recorta y pega de lo peor. Eso de "abono un viaje de ida", como que no... o eso otro de "voy a hacerlo girar", como que tampoco.

Pero comprendedme: eran las dos de la mañana y no me apetecía echar mano del Collins para hacer las cosas como Satán quiere y manda. Sed comprensivos.

En cuanto a lo de las vírgenes, Kaplan, sin abusos. Como buenos hermanos que somos nos las iremos pasando por riguroso turno rotatorio. Entre vuelta y vuelta, por supuesto, repondremos fuerza a base de chuletones (para eso son los becerros). Y para que no sea una cochinadita, trataremos de que haya un bidé disponible -o al menos una palangana. Que las cosas hay que hacerlas bien.

(Joer, mira que me pongo escatológico a ratos).

Biedma dijo...

¡Joder, qué ambiente!
Hacéis que cualquier loco cabrón se sienta aquí como en su puta casa.
¡Al fin he llegado!