
Queridos galateos, vivimos tiempos de mediocridad televisiva patria (salvo alguna que otra cosa en la que algunos galateos aparecen deteniendo a un pavo realizadas por hermanos del blog) y he optado desde hace algunos años por el visionado en DVD de series que, a qué negarlo, son casi siempre americanas y que como los Soprano, Millenium, etc, no caen en las ñoñerías de Médico de mi Padre, los Serrano y otras que imitan o a veces plagian descaradamente películas o series del otro lado del Atlántico.
No me gustan las pelis de romanos, ya sabéis, esas cintas de tipos cachitas con falda corta que tanto ponían a Terenci Moix, con Kirk Douglas o el Presidente de los "amigos del rifle" luciendo palmito, bíceps y armaduras brillantes de papel albal; pero en este caso tengo que reconocer que me he encontrado con una serie muy buena.
Comencé a verla con cierta desconfianza pero mi hermana insistió en que lo hiciera y me he encontrado con un reflejo muy realista de cómo era aquella Roma, del ascenso al poder de Julio César, cómo era el Aventino, la inseguridad, la mugre, la violencia. Nada que ver con Gladiator y cosas por el estilo.
Roma es una producción de la BBC ( se nota) que cuenta la historia de dos legionarios que vuelven de la mítica campaña de la Galia con Julio César, dos tipos que comienzan soportándose por tener que cumplir una misión y que acaban siendo grandes amigos, Lucio Voreno y Tito Pullo, ambos encarnados por Kevin McKidd y Ray Stevenson. Ojo al personaje que interpreta el segundo, una bestia parda, indomable, un animal que termina metiéndose al espectador en el bolsillo porque tiene un corazón enorme. En la segunda temporada, es espectacular la escena en que Tito Pullo va a cargarse a Cicerón, sencillamente genial.
Creo que el casting es excelente, la ambientación de 10 (hasta se ven los hilos de los bastos tejidos de la época en las túnicas de los senadores) hay violencia a cascoporro, como sucedía en la época, sexo y erotismo en altas dosis, y el guión me parece bueno.
He visto las dos temporadas y, sinceramente, espero que haya más.