domingo, 28 de junio de 2009

Transformers Revenge

Como soy más infantil que la música de los caballitos y ello me hace aún peor que mis churumbeles, estaba deseando que llegara el estreno de la secuela de Transformers para escudarme en los nenes e ir a verla sin sonrojo. Y, seamos tópicos, también por visualizar a la Megan Fox que tiene un revolcón del treinta la buena muchacha. Punto.

La peli va de lo siguiente: pim, pam, pum, crash, bang, roaaaar, booooom, ratatatatatatata, catacrock, screeeeeeeeck, fiuuuuuuuuuu... Y tal. Carísima. Excesiva. Entretenidisima. Es pura onomatopeya argumental. Qué os voy a decir: me lo he pasado bomba, y que se jodan los cinéfilos puretas. Os juro que voy a hacer una cuestación entre los vecinos para poner una foto de Michael Bay en el portal.

Mi héroe.

Y un aviso a navegantes: las doblen o no, las anuncien o no, las ponga en cinco salas o en trescientas, les den más o menos cuota de pantalla, igual da. Con esto no podemos competir porque estamos a diez milenios luz. A ver si se enteran. Es que es de pura coña: antes de empezar la peli nos pusieron el trailer del próximo éxito en ciernes del cine español, una cosa de humor ramplón con pinta bastante horrorosa a la que titulan -al dato- "tragafantas".

¿Como coño quieren que Optimus Prime les tome en serio?

domingo, 21 de junio de 2009

Los ángeles de Scarlatti


Roberto Malo, José Luis Gracia-Mosteo y Panadero.

lunes, 15 de junio de 2009

Escuela infantil







Lo mejor de la Feria del Libro de Madriz.

domingo, 14 de junio de 2009

Hasta donde el cine nos lleve

Una división de los libros sobre cine podría ser entre los que compramos para insertar en nuestras estanterías como futura materia de consulta -con la llegada de la Red, cada vez se reduce más esta necesidad-, y aquellos que, en cuanto caen en nuestras manos, son masticados de principio a fin, porque su autor no se limita al mero estudio académico sino que ha ido mucho más allá en la redacción de su obra, esforzándose por crear algo nuevo y único en su especie.

Sin duda, es a esta segunda categoría a la que pertenece Hasta donde el cine nos lleve, el libro que estrenan Jesús Lens y Francisco J. Ortiz, grandes conocedores, grandes escritores, grandes tipos.

Os dejo portada, texto de contracubierta y mi encendida recomendación.


Viajar es vivir, aprender, conocer, crecer, descubrir. Pero frente al género literario de los libros de viajes, definido y cultivado desde hace cientos de años, en el ámbito cinematográfico nunca decimos que hemos visto una película de dicho género. Así y todo, ¿podríamos hablar de un cine de viajes? Precisamente de eso trata Hasta donde el cine nos lleve: de películas que cuentan un viaje físico y de otras en las que este es también espiritual o emocional. Viajes célebres o anónimos que, en cualquier caso, siempre resultarán excitantes, ya que a través de este cine de viajes vamos a descubrir hermosos paisajes y paisajes desolados, aventuras sin límite y desventuras al límite, pasiones irrefrenables y emociones a raudales.
Ya sea por placer o por necesidad, el ser humano es viajero por naturaleza. Si en sus orígenes la búsqueda de alimentos le obligaba a ser nómada, el hombre del siglo XXI tiene puestas sus miras en mundos que no están en este sino en el espacio exterior. Así, Hasta donde el cine nos lleve relata la odisea definitiva del homo itinerantis en la gran pantalla, de la Prehistoria de En busca del fuego al lejano futuro de Dune, así como realiza un somero repaso a la historia del séptimo arte, de Viaje a la Luna de Georges Méliès a Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen, pasando por el cine de aventuras, el western clásico, las road movies o el cine de terror actual. Un viaje doble en el que el lector comprenderá, como Paul Bowles y Bernardo Bertolucci, que no es lo mismo ser turista que viajero, y que en la mayoría de los casos –y este libro no es una excepción– es el camino y no el destino lo que de verdad importa.

martes, 2 de junio de 2009

EL HUMO



Recuerdo mis tiempos de militancia en la izquierda, cuando quería cambiar el mundo. Luego comprendí que aquello del comunismo no fue más que una lucha para sustituir a una élite por otra. La lucha de clases será infinita. Siempre habrá privilegios y privilegiados.
Os voy a poner un ejemplo: yo soy uno de ellos. En estos momento estoy leyendo "EL HUMO EN LA BOTELLA", la próxima novela de Juan Ramón Biedma. Todavía no se ha publicado pero yo la estoy leyendo, disfrutando de cosas como....

"Mientras camina, a sus pies, Sevilla, enmarcada en la oscuridad, un complejísimo mecano montado por un niño rico bobalicón e inapetente en una casa antigua y desvencijada."

Nadie cuenta Sevilla como Biedma, nadie escribe como él, al menos en la España de hoy. Una novela plagada de perlas como ésta tras cada vuelta de página. Es un bastardo, un maldito cabrón porque las palabras le quieren, y van a su mente como a la de nadie que yo conozca.

Pronto podréis leer EL HUMO amigos, y me daréis la razon ....porque sí, soy un privilegiado.

40

EFE - Pues sí, el viernes pasado hice los 40 tacazos. Y en la víspera mis amigotes me armaron una fiesta sorpresa en la que, por supuesto, estuvo la pertinente embajada galatea como muestra el documento gráfico adjunto. Mr. Kaplan and Mr. Protesis, en plan ilegal, se bebieron mi bebida, se comieron mi comida, y no metieron mano a las chicas porque ninguna se puso a tiro y además podía resultar conflictivo (había maridos y eso). El arrimado de la izquierda es Víctor, Mr. Zombi (sin coñas, probablemente sea el tipo que más sabe de muertos vivientes a este lado del Atlántico), otro de esos friquis que se me pegan y subyugan con sus oscuras pasiones desde la mocedad, y al que ya aprovecho para ir proponiendo como galateo honorario.

El resto de la cooperativa galatea estaba, por supuesto, invitada al evento -que organizó a traición mi sufrida esposa-, pero por unas cosas u otras no pudieron asistir. Igual da porque también brindamos a su salud con sumo respeto y la más distinguida consideración. Y para redondear la nota rosa, apuntemos que los componentes de esta Conspiración me regalaron un patito diabólico (como suena, con cuernos y todo) y una maravillosa figura de coleccionista de la peli de Iron Man que ya encabezan mi modesta -pero coqueta- exposición privada para goce de la vista y solaz del espíritu. Algo tenían que darme a cambio de las cañas y las risas ¿no?

Lo pasamos de coña, queridos.

P.D.: Pienso seguir mojándome la barriga todo lo que pueda a fin de morir con las botas puestas como es menester en un componente de este selecto club.

- Fin de la nota informativa -