lunes, 1 de septiembre de 2008

El Nene de Cámara, el Caballero Oscuro y el Ejército Dorado... Casi nada


Comienzo este post, como no podía ser de otro modo, felicitando a nuestro director de cine favorito y Galateo de pro, Mr. Cámara, por su reciente paternidad, por la que me siento muy satisfecho, feliz y contento. Supongo que él, con otra boca más que alimentar, menos horas de sueño y teniendo que echar más horas de rodaje para sacar adelante a la tropa creciente, se estará riendo bastante menos, pero así va esto Kaplan querido. Llévelo usted con resignación. Sólo un motivo de esperanza: en algún lugar del Foro ha nacido un futuro Galateo (si es que, amigo Cámara, tu señora y demás allegados te permiten educar al nene como es debido, esto es, en la más absoluta oscuridad... Suerte y salud).

Lo de la oscuridad me lleva, pues, a la segunda cosa de esta primera entrada del curso: el asunto Batman. A no pocos se les habrá pasado por alto el detalle de la inexistencia de imagen del nene de Mr. Cámara junto a las adjuntas, pero como no tengo ninguna y de momento el chiquillo no sabemos si acabará en héroe o en villano (esperemos que en lo segundo, que vivirá más y mejor), debo limitarme a lo que la web ofrece por ahí. Digo, de Batman, que en la última de Nolan es lo menos importante. Porque en la última de Nolan, que me ha gustado un huevo y parte del otro, es un secundario a la sombra de un más que superlativo Joker. El amigo Ledger -al que los geniecillos infernales tengan en la gloria- se ha comido a Bale, a Caine y a todo quisque -Batman incluido- para ofrecernos una peli de lo más adulto, de lo más oscuro, de lo más terrible y de lo más entretenida que se ha visto en el género heróico desde que a los hacedores de cómics les dio por meterse en esto del cine. Ya nada más salir, en el mismo arranque de la cinta, con ese atraco tan cojonudamente bien rodado, la cosa marcha maravillosamente y se convierte un crescendo glorioso de psicópatas que putean al Caballero Oscuro por todas partes sin tregua, sin cuartel, sin trampa y sin cartón. Mucho me sorprende que DC haya pasado por aquí, con tantas violencias físicas y psíquicas, sin decir ni pío. Algo está cambiando. MARVEL, espabila.

Christopher Nolan se toma muy en serio el universo Batman. Y se agradece. Lo agradecemos quienes estábamos más que hartos de las horteradas sesenteras, de las mariconadillas de Tim Burton (sorry Biedma, pero es que la sinceridad me mata) -tipo que ha hecho dos películas buenas y ciento una inaguantables culminando en esa cosa pestilente del Sweeney Todd- y de las patochadas carnavaleras del Joel Schumacher. Un Batman de verdad, en serio, adulto y sin componendas. Un Batman en el que los malos son malos de cojones y Mr. Wayne tiene que ser todo un cabroncete para meterlos en cintura. Gran peli que se convertirá en un clásico de culto y que va a ser recordada -creedme- durante muuuuuucho tiempo. Tres veces la he visto ya y no dejo de encontrarle matices, detalles y placeres.

Sólo una pega: el personaje de Harvey dos caras se presenta psicológicamente algo forzado y, argumentalmente, de manera torpe... Quizá los guionistas debieran haber dejado su aparición para posteriores entregas a fin de desarrollarlo adecuadamente. Con ese grandioso Joker había más que de sobra.

Lo cual nos conduce a la última peli que me he tragado casi en el mismo estreno. Un Galateo de primera no podía dejar de ser fan de Mike Mignola y su monstruito infernal, el amiguete Hellboy. Y esto me ha gustado menos.

Menos porque la segunda de Hellboy es menos el Hellboy de Mignola -el de la primera entrega- y más el Hellboy de Guillermo del Toro. A ver si nos entendemos. A mí el cine de este muchachote mejicano me gusta, pero lo que me gusta menos es que se le pongan párrafos al Quijote. Cuando don Guillermo hace sus cosas, pues bien está, pero cuando don Guillermo se pone a enmendar la plana a la creación de otros, pues no.

Visualmente la pelicula está muy bien, argumentalmente es entretenida y, además, se nota que ha habido pasta larga para el rodaje, lo cual ofrece un resultado final muy estético, muy fino, muy bien hecho y muy bien terminado. Para quien no haya leído nunca un cómic de Mignola, ni tenga ni zorra idea de quién es este chiquillo rojo, la cinta será muy buena cosa e incluso la andará recomendado a los amigos. Pero para los fans del cuernecillos serrados del papel cuché, es un completo escarnio.

Para empezar: Guillermo del Toro se ha empeñado en buscarle al personaje el lado humano y todo ese coñazo -que ni hace falta, ni interesa, ni nos importa un carajo- y nos lo amaricona. Convierte al buen machaca-demonios de Hellboy en una parodia de sí mismo que al final, pues ni humano, ni demonio, ni nada de nada. Y para terminar de joderla hasta nos lo quiere hacer padre. Guillermo, chico, te has pasado tres pueblos con la "humanización" que, bien mirada, no es más que infantilización. Un apunte: en toda la película no se escapa de la boca del niño rojo ni un simple y llano "mierda". Otro: No hay un sólo plano en el que se lleve a los labios el purito que le ponen en el bolsillo... Vamos, que no fuma cuando en los tebeos el diablillo es una auténtica chimenea. Esta visto que la corrección política hollywoodiense no respeta ni a los clásicos.

Si algo ha resultado siempre divertido en los cómics de Hellboy, además, es su punto de ironía. Esa gracia intrínseca del personaje que se ríe hasta de sí mismo y que acaba, en algún caso, incluso por tomarse a coña marinera su propio trabajo y a los tipejos con los que se parte la cara. Y, desde luego, lo que nunca han sido las historias de Hellboy son cuentos de hadas. Y esto es precisamente lo que nos cuenta el Ejercito Dorado: un cuento de hadas que recuerda lejanamente a "El Laberinto del Fauno" (con reyes, y con princesas y con goblins, cuestiones de honor y amor, y etc.), y si me apuras, a ese rollo fantasy pedorrón de los Narnias y otras parafilias por el estilo. Más: al final hasta termina en tragedia y en un extemporáneo enamoramiento del mismisimo Abe Sapiens (que en esta entrega es menos sapiens, menos pez y más tonto que nunca). Por supuesto, y para terminar de rematar la cosa, otra vez el jodido doblaje. Chicos, sigo sin poder explicarme porque cuando los actores de doblaje tienen que imitar acentos extranjeros (caso del profesor Krauss, personaje de la AIDP que se nos presenta en la película) son tan torpes, prosaicos y gilipuertas. Coño, ¿es que tanto cuesta poner a un alemán chamullando en español en lugar de poner a un español a imitar a un alemán que chamulla en español? Qué incoherencia.

Volviendo al hilo central y rematando la faena. Pues no del Toro. Tragedias, como que no. Eso, Eurípides. Hellboy es otro rollo y si Mignola te ha dado permiso para hacer esta babosez infantiloide con su maravilloso personaje es que le has vendido una enciclopedia de treinta tomos.

Y ya corto. Nenes, ha llegado septiembre, de modo que a escribir tocan... Ponedme a caldo si os luce, que para eso me dejado los cuernos -nunca mejor dicho- haciendo este post tan largo.

5 comentarios:

Biedma dijo...

Querido Paco de mi alma, te respondo o te comento, por partes:

1) Mi reconocimiento por contribuir a despabilarnos, que ya era hora. Prometo arrimar el hombro al blog, como corresponde, en el nuevo año.

2) A Mr Kaplan, como ya le dije en privado, mis mejores deseos. Y a recuperarse de esa inoportuna gripe.

3) Al Batman 2 de Nolan, pensaba ir a verlo esta misma noche -estaba a la espera de que volviera mi hijo, que estaba fuera- y ahora me llevaré al cine la entusiasta recomendación del hermano.

4) Paco, cacho de cabrón, de Tim Burton ya hablaremos tú y yo. Pero te aviso -así como al resto de nuestros lectores- que nuestro Panadero va a reeditar esta navidad una versión extendida de su monografía, así que cmo te pases, te lo azuzo.

5) De Hellboy leí el título por encima y creí que se llamaba "Hellboy y la lluvia dorada", así que me has decepcionado y entristecido con tu reseña, al devolverme a la realidad. Lo veré la semana que viene, no obstante, y lo hablamos.

Abrazos de bienvenida.

El maldito escritor (que no el escritor maldito) dijo...

Mi más cordial enhorabuena a los papás del nuevo galateo. Sangre joven. Eso es lo que hace falta.

Hoy he estado con el Scarlatti y le he tratado de sacar a colación -con cierta rechufla pero sin maldad ninguna, todo hay que decirlo- el incidente del vehículo misteriosamente siniestrado. Cada día me cae mejor. Qué estoicismo el de este hombre, por Dios. Qué pedazo de pan. Qué lástima habérmelo perdido.

Abrazos,
Maldito

Panadero dijo...

Querido Paco-Patillas,
me ha encantado leer tu post. Para desmenuzarlo iré por partes.
Sobre el nuevo Galateo, Fernando Jr, Cámara, Acción, no cabe más que alegrarse. Propongo incluso que nos reunamos el pleno de los galateos para organizar un ritual de iniciación para esta nueva criatura. Inclusive podríamos invitar a ese ritual a Frank G., de forma que derivase a la misa negra. Jijijiji
Y sobre el Caballero Oscuro, tengo que decir que no estoy de acuerdo contigo. Me decepciona el tono naturalista de la peli, que acaba con esos gloriosos toques de goticismo que caracterizan al personaje (¿es posible que hayan convertido la batcueva en un garaje diáfano?).
Por otro lado, Nolan lleva al extremo el tono realista, buscando la credibilidad, pero traicionándose continuamente a sí mismo (Dent da dos ostias a un capo de la mafia en medio de un juicio y tan contentos, Batman extradita a un chino atándolo a un avión...) Es decir, que si juega a hacer una cinta creíble de superhéroes, por favor, que no nos haga papearnos esas ruedas de molino.
Y diré que las pelis de Tim Burton que tú tachas de tonterida me resultan más intuitivas, más densas y abstractas, incluso más profundas que este Caballero Oscuro, cuyo guión está cosido de mala manera.
Me despido echando más leña al fuego: si un narrador necesita dos horas y media para contarnos una historia de Batman... Es que tiene incontinencia verbal. O de otro tipo...

Muchos abrazotes a todos,
Panadero.

Francis P. dijo...

Panadero, Panadero... Tu y yo nos vamos a liar a hostias (de buen rollito, pero a hostia limpia).

También voy a ir por partes:

1. Del nene de Mr. Cámara no te digo nada más que, en efecto, deberíamos hacer un rollo iniciático con el buen Frank, unas túnicas y unos cirios negros. Es seguro que Satán no aparecería, pero nos partiríamos de la risa. Eso fijo.

2. El Caballero Oscuro. Tienes razón en una cosa, y es que la película resulta densa. o, por mejor decir, condensada. Ya lo dije al referirme a la apresurada aparición de Harvey Dos Caras. Como si hubieran cogido los guiones de dos películas y los hubieran refundido en una. Supongo que tendrían sus razones para ello aunque la principal, creo yo, es que Nolan nunca ha tenido muy claro si va a hacer la tercera que quiere poner en pie la Warner y ha decidido rodar cuanto ha podido para no dejarse nada en el tintero. Por si las moscas.

Realismo. Coño, pero si es lo mejor de la película. Que es realista en los detalles. De hecho, lo mejor de los cómics de Batman desde los años 70 hasta aquí es que cada vez son más cercanos a la realidad (no hay más que ver sagas como "catástrofe") y han ido perdiendo esos toques horteras e infantiloides que impuso el Comics Code en los cincuenta. Raramente verás en el papel cuché del presente, por ejemplo, los dichosos planos generales de la batcueva con todos esos detalles ortopédicos que la ornaban, Ni puñetera falta.

Faltas a la verdad. Harvey Dent le pega un puñetazo al mafioso en el tribunal pero antes han ocurrido cosas relevantes: a) el mafioso ha intentado asesinarle pero el arma se ha encasquillado; b) el puñetazo del fiscal puede ser perfectamente interpretado como una acción de defensa propia; y c) dudo que en tales circunstancias ocurra poco más que la imposición de una multa. Sobre todo, siendo como son en los USA, donde estas reacciones están incluso bien vistas y licitadas, en muchos casos, por la constitución y la ley.

Batman se lleva al chino enganchado a un avión... Y se explica perfectamente cómo en el curso de la cinta (que hay que escuchar). Es cierto, y lo puedes comprobar, que el sistema fue experienciado por la CIA en los años 60-70. Se llama "Skyjack" y se desestimó. No porque fuera imposible pues las experiencias iniciales demostraron que era viable, sino porque era demasiado caro y el Tito Sam no estaba dispuesto a dejarse la pasta en salvar las vidas singulares de sus tristes agentes con métodos tan onerosos para las arcas públicas. Ergo lo que hace Batman en la peli es perfectamente factible, realista y, por lo demás, apropiado para un multimillonario que se puede permitir estos y otros lujos (como el de ser nada menos que Batman). Además, narices, es que es una peli de héroes (que no de superhéroes, porque Batman no tiene superpoderes), y hay que justificar el presupuesto con unas cuantas escenitas de fuegos artificiales.

3. Tim Burton. Este buen hombre, contra el que no tengo nada personal, conste, ha hecho dos grandes películas: "Ed Wood" y "Sleepy Hollow"... A continuación ha aderezado su filmografía con otras cintas pasables, como "Bitelchus" y "Eduardo Manostijeras" y, por último, es el autor de tostones infaustos como esa versión absolutamente deleznable de "El Planeta de los Simios" (si Franklin Schaffner la hubiera visto, le habría dado un patatús), el "Sweeney Todd" (¡cielo santo, que horror!), y otras cosas insoportables como "Mars Attacks", que tiene la gracia donde las avispas. Vamos, una filmografía completamente irregular que yo me he tragado enterita porque, como bien sabes, soy sadomasoquista.

El problema de Burton es que se pasó la infancia y la adolescencia leyendo TBO's para nenes de teta, y no ha crecido (no hay más que ver sus visiones de Batman repletas de patitos de goma, latex y cartón piedra). A ti eso te parece intuitivo. Yo te respondo que vale, que bueno, y que para los gustos están los colores. A mí me parece un tío inmaduro, anclado en la fase fálica y con Complejo de Edipo patológico. Es lo que hay. Y si quieres que cambie de opinión, me lo tendrás que demostrar (espero que tu próximo libro, que será tan bueno como acostumbras, me conmueva y me haga descubrir en Tim Burton esos valores que yo no le veo).

Así que cuando quieras, G. de mi alma, nos partimos la cara en la vía pública (luego nos tomamos unas birras, y arreglado el tema).

Abrazón de primera.

Panadero dijo...

Querido Paco,
acepto partirme la jeta contigo, y eso que eres casi como yo de grande.
Pero con una condición: que luego, cara sangrando y ojos a la virulé, vayamos juntos a quemarle la tienda al Scarlatti.
¡Fundemos un Fight Club para escritorzuelos y similares!
Maldad, caos, jabón...

Un abrazote.